"Rubén Marín y Carlos Aragonés fueron los que me sindicaron como guerrillera peligrosa". Mireya Regazzoli, hija del entonces gobernador de la provincia Aquiles Regazzoli, responsabilizó al ex gobernador de La Pampa y al ex diputado justicialista por su detención durante la dictadura. Además, apuntó contra el gobernador Oscar Jorge. También volvió sobre un pedido: que se investigue si 40 mujeres fueron bajadas en un avión, fusiladas en Toay y enterradas. 
Mireya Regazzoli, frente a los represores. Regazzoli era docente y directora, ad honorem del Instituto de Previsión Social. Cerca de la medianoche del 23 de marzo de 1976, regresó a su casa luego de dar clases en el Bachillerato nocturno. Precisamente, algunos de esos alumnos fueron después sus secuestradores. A las 3, la llamó por teléfono un funcionario del Gobierno de su padre. Ya estaba en marcha el Golpe Militar. "Llamé a los ministros y me dijeron que contactara a Alicia Chavez, que trabajaba en Acción Social. Se le encargó que rescatara las llaves de las casas del Peñi Ruca (un barrio que estaba finalizado y sólo faltaba inaugurar). Lo hizo y a la mañana distribuyó las llaves entre los adjudicatarios". Ese es uno de los gestos que más se le reconocen a José Aquiles Regazzoli. Mireya fue detenida cerca de las ocho de la mañana del 24 de marzo, en su casa. Fue trasladada a la comisaría Primera. Cuando llegó, "todo era un caos", dijo. "Me encontré con mis alumnos, los policías", sostuvo. Expresó que le hicieron tocar "el pianito", que no la esposaron y que la encerraron en una celda que era "una inmundicia". Antes, había estado encerrado un borracho. "Pero me las aguanté", expresó. Ver las torturas "Miyi" fue golpeada. Pero dijo que hubo algo peor: después de cinco días de estar detenida la hacían observar las torturas de todos los demás. "Vi a (Raquel) Barabaschi y (Rosa) Audisio, dos chicas que venían de Pico. Se habían ensañado con Barabaschi. Estaba totalmente lastimada", dijo. "Las querían hacer confesar de la muerte de un sereno del aeroparque de Pico. No tenían nada que ver". También observó las sesiones de torturas a Hermes Accátoli y a Roberto Gil. Expresó que vio a Santiago "Cholo" Covella "chorreando sangre" y a otros dos muchachos cuando los ataban al paragolpes de un auto y los torturaban. "Los hacían dar vueltas alrededor de la Primera. No me olvido más de sus gritos", expuso. -¿Por qué cree que le hacían ver esas torturas?- le preguntó uno de los jueces. - Para quebrarme. Eso creo. Entre el 30 de marzo y el 16 de abril fue llevada a la Brigada de Investigaciones. Estaba en una habitación donde hacía mucho frío. Sólo una vez al día podía ir al baño. Por eso, orinaba en una bolsita de nylon. Dijo que poco después de estar detenida, dos abogados piquenses intentaron cobrar a las familias para lograr la liberación de un grupo de presos. "Sólo una persona pagó y salió", dijo. En el medio de su estadía en la Brigada, la fue a ver el obispo Arana. Le pidió que intercediera. Por eso fue trasladada a la Unidad 13, de mujeres. Allí, un médico amigo, Ricardo Felgueras, no quiso recibirla porque observó que estaba lesionadas por golpes. -Coco, recibime por favor, que así se terminan las torturas- le pidió. Al final, fue aceptada. Estuvo un mes en ese penal. Posteriormente fue trasladada hasta 1977 a la cárcel de Devoto luego de ser puesta a disposición del PEN. Antes de liberarla, le hicieron tres simulacros de fusilamiento. Los acusados Dijo que vio a "todos" los que están acusados. Preguntó unas cinco veces por qué no estaba en el banquillo el ex militar Amarante. Le dijeron que había fallecido.
De Reinhart lo vio torturar. "Tmaba wisky para darse fuerzas para torturar", recordó.
¿Y Néstor Greppi? No lo recordaba. Pero le leyeron una declaración de 1984. "Si lo he dicho, ha sido así", respondió. Los campos La profesora manifestó que había algo común en las sesiones de torturas a funcionarios de Regazzoli. "Preguntaban por las vacas y los campos de mi papá", dijo. "Es algo que nunca se lo voy a perdonar a (Roberto) Fiorucci: vivía a la vuelta de casa y sabía cómo vivíamos". También, expresó, preguntaban por un "documento". Según Regazzoli, se enteró recientemente qué buscaban. "Era un mástil de oro de tres kilos, que había resuelto de una colecta que se hizo en 1953 y 1954. Era el aporte de La Pampa a un monumento a Eva Perón. Mi padre lo había hecho guardar en el Tesoro de Casa de Gobierno. Cuando asumieron los militares, se lo robaron". Marín y Aragonés La docente expresó que hubo un "ataque" al gobierno de su padre, en 1975. "Ese ataque a mi padre lo llevaban adelante el vicegobernador Marín y Carlos Aragonés", dijo. Aportó recortes periodísticos. Una nota a Marín, en la que expresaba que "Los ministros no son los más idóneos del Gobierno", y otro, del 13 de diciembre de 1975, en el que Aragonés expresó que había que "socavar" al Gobierno.
Ya en libertad, y en La Pampa, tuvo que ir a ver a Fabio Iriart, jefe de la Subzona 14. "Me dijo que tenía los derechos de cualquier ciudadana", sostuvo. -Entonces, podré volver a dictar clase. -Olvídese. En medio de una discusión, le preguntó por qué había sido detenida. Iriart sacó cuatro carpetas y se las dio para que las leyera. "Ahí vi las cinco firmas de mi detención, que decían que era una guerrillera peligrosa", dijo. "Las listas, como dijeron otros testigos, las hizo (Ramón) Camps", sostuvo. "Pero Marín y Aragonés eran quienes proporcionaban los nombres de los que debían ir presos", expresó. "Las listas las hacían en la Legislatura. Sé que se salvaron la ‘Negra' Alvarado, el ‘Sangre' Oscar Santamarina". Según su testimonio, allí figuraban las firmas de Rubén Marín, Carlos Aragonés, Ricardo Telleriarte, Ricardo Del Blanco y de una mujer llamada Marianela Torales, conocida como la "Tía Nené". "De algunos lo podía esperar. De otros no. Por ejemplo, de la Tía Nené y de Telleriarte, que daba clases conmigo en el Bachillerato", expresó. "Los responsables civiles son tan responsables como los militares", apuntó. Y cargó contra Eduardo Feliz Molteni y Oscar Mario Jorge, actual gobernador.
Mostró el decreto reservado 76, del 6 de abril de 1976. Por ese decreto, se designaron directores titulares a Oscar Jorge, Rubén Omar Rivero y a Eduardo Feliz Molteni. 
"Me duele mucho por lo de Jorge. Porque era el contador general del Gobierno de mi padre. Y Molteni era el ministro de Gobierno. Pocos días después del golpe, asumieron y juraron por el Proceso de Reorganización Nacional", manifestó. Las 40 mujeres Regazzoli también pidió que se reactive una investigación. Según el testimonio de una persona, un grupo de 40 mujeres fue bajado en el aeropuerto santarroseño, asesinadas y enterradas en la zona rural de Toay. Es una causa que se encuentra en la Fiscalía Federal. Ahora insistió para que la fiscalía haga una requisitoria para que intervenga el Equipo de Antropología Forense y analice los restos óseos encontrados, hace unos cinco años, en la zona de Chapalcó
Fuente: Diario Textual | 
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