Quiso la casualidad que en la misma fecha comenzara el juicio oral y público a los represores que actuaron en La Pampa durante el terrorismo de Estado.
Hoy, a 34 años del inicio de aquellas fechorías, hubo 9 que se sentaron en el banquillo de los acusados. Otro, Luis Baraldini, está prófugo. Otro, con problemas de salud y en riesgo de muerte, en la Capital Federal. Otros dos ya fueron: fallecieron antes de ser juzgados.
Las fotos que aparecen en la web en la que El Diario sigue paso a paso las audiencias, permiten por primera vez en la historia conocer de manera masiva los rostros de la tortura en La Pampa.
Son los acusados de usar la picana y secuestrar ilegalmente a decenas de personas. Los mismos que se mezclaron durante estos años con una sociedad con sus reflejos adormecidos, que les permitió andar por la calle como vecinos comunes, como si nada hubieran hecho, como si fueran señores importantes, que por eso mismo ocuparon puestos de trabajo clave, se las dieron de respetados y aprovecharon la impunidad.
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